Siguiendo los principios de cultivo de la permacultura, que persigue imitar lo más posible a la naturaleza, iniciamos el cultivo de patata bajo un acolchado orgánico. La plantación se inicia a mediados de marzo, cuando todavía no ha desaparecido el riesgo de heladas.
El acolchado se realiza principalmente con pinocha (acículas del pino), teniendo en cuenta la propiedad acidificante de ésta. En nuestro caso, al trabajar sobre un suelo muy calizo y con un elevado pH, esta acidificación no deberá ser un problema. En suelos ácidos se deberá utilizar otro acolchado.
Ocasionalmente, se procede a ir incorporando más materia orgánica para ir aumentando la altura del acolchado. De este modo, se fuerza a la planta a un mayor desarrollo en vertical y se agranda el volumen para el desarrollo de las patatas.
Este método presenta las siguientes ventajas:
- Se adelanta el cultivo al proteger la brotación, bajo el acolchado, de las últimas heladas primaverales. Los brotes empezarón a emerger a principios de abril, por lo que hubo que seguir incorporando pinocha para taparlos y evitar que se helaran.
- Se reduce el número de riegos y el consumo de agua.
- Se evita el desarrollo de malas hierbas y, por consiguiente, se ahorra el trabajo de deshierbado.
- Se mejora la fertilidad del suelo al incorporar materia orgánica que se irá compostando de manera natural.
- También se favorece el desarrollo de las patatas al desarrollarse en un terreno mullido, evitando las labores de aporcado.
El proceso se resume a continuación de manera gráfica:
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